Hana o Meshimase

¿De qué trata?: Después de la muerte de su madre Shion fue dejada a cargo de su padre, a quien le gusta jugar y evadir sus responsabilidades paternas. Debido a esta actitud, Shion decide irse de casa y empezar a trabajar y a vivir en la floristería de Shun Mamyuuda. Podrá encontrar un lugar lleno de amor así como ha comenzado a comprender el valor de las flores y la vida?

Opinión: un tomito único que poco aporta al mundo del shojo pero que al menos entretiene, así de fácil se puede resumir este manga.  

Este tomo único de Keiko Iwashita como he dicho ahora no aporta gran cosa, principalmente están Shion y Shun, ningún otro personaje se incorpora en la historia y al que se le pueda resaltar un poco, no, está la pareja protagonista y su pequeña historia.

Al ser una historia tan corta la simpleza es la reina de toda ella, Shion decide irse de casa por la actitud de su padre y se va a la floristería de Shun que se le ofrece tanto trabajo como un lugar en el que vivir, así poco a poco van desarrollándose los sentimientos y Shion comienza a ver las cosas desde un punto de vista más adulto.

Como historia de amor no destaca demasiado, es realista en ese sentido por lo que se le pueda dar una palmadita en la espalda por no decidir echarse por el lado ideal del amor puede con todo, pero tampoco te deja con esa sensación de que le ha faltado romance, no sé, está bien pensado por esta parte.

Por la parte de Shun hay un cambio también, pero Shion es la protagonista y el cambio importante se da en ella y en su vida, por lo que Shun a mis ojos se ha quedado como el chico de todo shojo que ha de estar porque es imprescindible y poco más.

Lo mejor que tiene es el dibujo, es bonito, limpio y sencillo. No tira por recargar las viñetas, no abusa de las florituras y es muy agradable a la vista, me gustaría volver a verlo en otra obra la verdad.

No se puede decir nada más, ya he dicho incluso más de lo que toca porque es tan simple que con dos cositas que se cuente ya uno adivina el resto, pero a pesar de todo eso no me ha disgustado, ha estado bien.

Lo bueno que tiene: el dibujo.

Lo malo que tiene: simple como él solo.