28 septiembre, 2017

*Reseña literaria* La marcha infinita, de Gabriel Choi


¿De qué trata?: La marcha infinita recoge los testimonios reales de varios supervivientes acerca de su lucha por sobrevivir a los años de la hambruna en Corea del Norte y de cómo escaparon en busca de la esperanza, luchando por subsistir a duras penas bajo el yugo de un régimen represivo, cuyo discurso se fundamentaba en una imagen falseada la situación del país, de la responsabilidad del Estado y de la noción del deber del pueblo norcoreano. En su ópera prima, Gabriel Choi enmarca los testimonios, reproducidos a partir de entrevistas grabadas, en una dura contextualización de la situación de Corea del Norte, apoyándose en notas de prensa y en fuentes reales que le dan un cariz aún más aterrador a lo ocurrido en el país en los años de la llamada Marcha Ardua.

Opinión: este libro llegó a mis manos a través de una amiga que fue alumna de Gabriel en su academia familiar de coreano y que pudo hacerse con un ejemplar de él al poco de salir a la venta, según me fue contando era un libro que costaba de leer no por su complejidad sino más bien por la dureza de esos testimonios.
Me pudo prestar este libro a finales de agosto, pero decidí posponer su lectura hasta el comienzo de la universidad por tener algo que leer de camino y entre clase y clase, pero por lo que pude ver nada más comenzarlo no es un libro que te deje una gran sensación de alegría y, por lo tanto, no es una buena lectura mañanera.

La marcha infinita comienza con una introducción que ayuda a entender bien ese apelativo de "marcha" que marcará todo el libro y que estará presente en cada una de sus páginas, junto con una agradecida contextualización de lo sucedido en Corea del Norte desde la marcha de los japoneses de las tierras coreanas hasta la entrada en el poder de Kim Il Sung y las consecuencias de su régimen.

A partir de ahí, comienzan sucesivamente los testimonios de norcoreanos que huyeron de allí por la situación tan precaria, mucho más de lo que uno puede imaginarse, que hay allí. Algunos son de mujeres y hombres ancianos, que huyeron hace más de diez años, otros en cambio son de gente que huyó hace dos años y que lucha para poder sacar de allí a sus familiares y que nos recrean situaciones atroces y algunas pinceladas de discriminación por parte de los surcoreanos hacia ellos. Encontramos muchísimas cosas dentro de estos testimonios, desde descripciones de sucesos sacados de algún tipo de película macabra, testimonios con dejes feministas y mucha, pero que mucha, esperanza por que las cosas cambien.

Además de estos testimonios, Gabriel Choi nos da también la versión de los hechos de Corea del Norte, una a la que estamos acostumbrados por los medios de comunicación y ya no solo centrada en Pyonyang, sino en los pueblecitos que componen cada una de sus provincias y que sólo muestran una situación más que esperpéntica.
Como ya he mencionado en este libro encontraremos de todo, pero son esas situaciones descritas las que te pueden llegar a enganchar a este libro a pesar de las atrocidades que guarda en él, es un tipo de enganche un poco macabro la verdad, pero que funciona tanto de información como de entretenimiento, aunque este último se quede al fondo de todo lo que La marcha infinita nos da. 

Así pues, y para finalizar esta reseña, puedo decir que recomiendo este libro encarecidamente, es una lectura muy nutrida que nos muestra la verdadera cara de ese país que nos parece tan hermético y que muchas veces nos tomamos a broma, pero que en él suceden cosas que a más de uno le puede poner el vello de punta y que aquí nos cuentan los que lo sufrieron en primera persona.

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